Según la organización, la última edición de Madrid Fusión ha sido todo un éxito, batiendo récords de asistencia, con un 25% más de visitantes que el año pasado y numerosos congresistas –gran parte de ellos jóvenes– y periodistas acreditados. No tiene uno perspectiva suficiente para analizar el congreso, pero de todo se oía por ahí: desde parabienes, hasta las críticas de quienes opinan que la cita ha perdido energía y sorpresa. Lo cierto es que resulta bastante difícil epatar año tras año, incluso en un mundo tan dinámico y contradictorio como el de la gastronomía.
Aragón estuvo este año de forma oficial con un estand, centrado en la trufa negra, y un taller, también con la Tuber melanosporum como protagonista, protagonizado por cuatro magníficos cocineros aragoneses: Rubén Catalán, Ramcés González, Cristian Palacios y Franchesko Vera. También el Ayuntamiento de Zaragoza, de la mano del programa Saborea, que disponía de un espacio propio, por el que pasaron bastantes profesionales aragoneses; y Huesca La Magia, que aprovechó el estand de Hostelería de España. Pero hubo mucha más presencia, y destacada, de aragoneses, aunque a título personal.
Lo que nos lleva a la principal reflexión sobre nuestra presencia en Madrid Fusión, donde la imagen aragonesa fue pobre, casi arrinconada, frente a otras comunidades o provincias, que apuestan decididamente y con tiempo por estar presentes.
Sin embargo, destacaron notablemente, nuestros profesionales. La mejor tapa de España fue zaragozana, gracias a la Cruz de Navajas de La Clandestina, obra de Susana Casanova y Fernando Solanilla; Jorge Muñoz y Cristian Mur, de La Era de los Nogales, ganaron el Concurso Bocados con Queso de Lactalis en Madrid Fusión. En el programa oficial, en diferentes apartados, además de los ya citados, aparecen los nombres del cariñenense Alberto Ferruz, del biestrellado BonAmb; el MW Fernando Mora, de Bodegas Frontonio; José Ferrer, de Viñas del Vero; y Diego Millán, del Cancook.
Grandes profesionales sin duda, pero escasa presencia colectiva. ¿Tan poco hemos avanzado que somos incapaces de generar un frente común, una imagen de marca?