Erase que se era una anchoica gordota y lucida que pululaba tranquilamente por el Cantábrico con su flotador y sus mallas rosas al ritmo del garaje, cuando, de pronto, vio un luminoso al fondo que decía «se realizan liftings a anchoas gordotas y lucidas, razón aquí». Entendió que era su oportunidad de lucir body más allá de las olas y presumir de cuerpo salado.
Pasados 24 meses una luz irrumpió en la oscura lata dando paso a un nuevo florecer de, llamémosle Pepa, encontrándose con un tasquero zaragozano que la acogió entre sus manos llevándola al agua para masajearla con cariño… et voila! Lo crudo se hizo sazón y la sazón pasión.
A partir de este momento la imaginación del hostelero hace el resto, dícese… con hielo, lavadas, en combinaciones, en tostadas, con vodka, con vinagre, con cazalla, con chocolate, con ajo. Cuidadín con los ajos preparados: ¡evitarlos! Contaminan de sabor el aceite y, por ende, al bicho.
En febrero de 2019 se empezó esta sección con Sal- mueras al borde de un ataque de nervios, donde pre- sentamos nueve locales que nos comieron la cabeza, por encontrarlos. Hoy en Vol. 2 traigo siete más en la misma línea, escondidos y humildes y que, por supuesto –no entienden la salmuera de otra manera–. bendita locura. Comenzamos el cuento.
En el Bar El Churrero –Miguel Artigas, 14. 50011 Zaragoza–, por la zona de Oliver, se toman los vermús sin preocupaciones, con charradica dentro, fuera y en los cuatro costaos del bar. Eso sí, es decir anchoas y los 38 años de experiencia de Marian y Fermín se traducen en un platillo de poesía, con buen calibre, con su ajito cortado al momento, colocado con mimo y con resultado fardón. Bar con sabor a «el de toda la vida», arropado de sus vecinos/clientes y cuando llega un forastero como yo, pues te tratan muy bien, gracias.
En el LimaLimón Café Bar –Miguel Servet, 88. 50013 Zaragoza. 685 463 317– , a punto de cambiarse de local a uno más grandote en Miguel Servet, las anchoas son como el cuerpo de Cristo, sagradas. Y eso que partimos de la premisa de que a Merche el tema no le hace ni fú, ni fá, pero por sus parroquianos hasta el rosario. La presentación sobre cristal, deja visualizar mas su tamaño, su limpieza y ese rosado del que tanto necesitamos; la textura es otra gran aliada. El resto de la barra es todo casero y con pretensiones de mejora –si es que cabe– en el nuevo emplazamiento para el 1 de septiembre. Ya saben, cojan número. [Nota. La dirección es la del nuevo].
Habré pasado por la puerta del Bar Mayoral 2 –Sobrarbe, 31. 50015 Zaragoza–, en el Arrabal, pues tropecientas mil veces y un día entré. Ya no he salido. No es que no pueda, es que no quiero. Sus anchoas son de un calibre excepcional y con carne donde morder; aliñadas con vinagre de Jerez dan la vuelta al ruedo por toda la boca. Sobre Maite y David, mejor ir a conocerlos, son una pareja que les gusta interactuar con sus clientes/amigos y se nota que llevan 26 años haciéndolo, pues ahí todo el mundo sonríe y eso está bien. Sobre el resto de la barra daría para más revistas, pero hoy nos quedamos con ésta y si vais y no hay, preguntad. Son un encanto, las salmueras también.
Nos fuimos de ruta futbolera y llegamos a Cervecería Almansa –Batalla de Almansa, 3. 50003 Zarago- za. 663 894 660– en la Almozara. Escucha, bufandas, banderines, historietas y unas salmueras que «lo flipas chaval». Es llevado en familia y eso siempre es bueno, pero cuando son tan gentiles de lavar en el momento, es que tienen ganas de agradar y eso en la hostelería es un plus. Las pedimos simplemente con vinagre y no defraudaron nada de nada, el rosado no es un posado –toma pareado–. Lo dicho bar futbolero pero se puede hablar de lo bien que les queda el azul a los unicornios, pero con anchoas… Milton lo tendréis a vuestra disposición, parece buen chico.
El Bar Aparicio –Santiago Lapuente, 16. 50014 Zaragoza. 659 963 062–, en el Barrio Jesús, es de esos locales donde sólo por la fachada ya sabes que vas a estar mejor que en brazos, tapeo y menús caseros y unas salmueras muy bien cuidadas con sus tostadicas de pan «al momento» para acompañar, si esa es la voluntad. Es un bar con historia popular en el barrio y cuando lo cogió David simplemente tuvo que añadirle lo de «de buena comida». De las anchoas pues un buen afeitado, carnosidad y ese sonrosado color que te garantiza frescura. Dense una vuelta, consul- ten horarios, el barrio se está llenando de buenas pro- puestas para golosetes.
Raúl nos atiende en Bar Bolera –Manuel Viola, 4. 50014 Zaragoza, 976 476 371–, en el barrio La Jota, con buena sonrisa –y eso que le acabamos de jorobar la charradica con los amigos–. Le decimos que las ponga como guste y nos las ofrece sobre hielo y vinagre para conseguir unos lomos mas tersos y una menor intensidad para los menos vinagreros. El resultado es para ponerle un piso en la plaza España. También es un local que lleva mucho tiempo en la zona y sus clientes ya lo tienen fichado, pero para nosotros ha sido un hallazgo y que te las preparen un día cual- quiera y sin pereza, eso hermanos, no se olvida.
En El Caza en La Mayor –Mayor, 19-23. 50001 Za- ragoza. 976 922 848–, sus vitrinas anuncian que hay salmueras del Cantábrico, pero en esta ocasión son de pandereta, o sea, ya limpias y conservadas en aceite, comentario que se les alaba y se le dan las gracias. Pero cuando te las presentan en el plato, sal- vo que son un poco más oscuras, el resultado es muy satisfactorio «no nos da la vida para limpiar, pero en su categoría son las mejores» y ciertamente es así. Te llevas un bocado a la boca más que generoso, donde sí que puedes pretar… ¿que más quieres?
Bueno, todo esto nos ha ofrecido Pepa. Ha sido una ruta a la que le tenía ganas –soy fiel devoto de la anchoa– y cuando vas descubriendo que las mantienen, que siguen limpiando, que no lo entienden de otra manera, aunque cueste, pues el corazoncito te hace chof y si te descuidas chof chof.
Larga vida y aguantaremos mientras aguanten y gracias saladas.
