A finales de junio, retomando esta extraña nueva normalidad, muchos no parecen ser conscientes de dónde nos encontramos todavía.
En medio de una pandemia mundial, que crece por todo el planeta, y para la que no se espera una vacuna a corto plazo. Sin embargo, hay que seguir viviendo. Con todas las precauciones –distancias, mascarilla, lavado frecuente de manos, mayor limpieza si cabe en las instalaciones, etc.–, sabiendo que esto va a ser muy, muy largo. Especialmente en nuestro sector.
La hostelería y el turismo han sido dos de los grandes sectores afectados por la covid-19. No hay que ocultarlo, habrá cierres –hasta una tercera parte de los bares podrían no abrir de nuevo, según la Asociación de cafés y bares– y muchos establecimientos deberán cambiar radicalmente para sobrevivir. Hasta que haya vacuna, si
somos capaces de crearla, el mundo será otro, nos guste o no.