Número: 91
Título: Revista Gastro Aragón 91: Flor de sartén
Meses: diciembre 2022/enero 2022

El pasado mes de noviembre ha sido un magnífico, y agotador, ejemplo de cómo se está viviendo la gastronomía en nuestra comunidad, especialmente en el apartado más visible, el de los eventos.

Tradicionalmente era un mes flojo, sin apenas actividades –tan solo el concurso de tapas y quizá algunas jornadas dedicadas a la casi olvidada caza y las setas–, unas semanas de descanso entre el Pilar y la Navidad.

Pero todo ha cambiado. La pandemia con sus bailes de aperturas y cierres es una de las causas, pero no la única; también tiene que ver en ello la política de las subvenciones, que obligan a cerrar las actividades bastante antes que el año natural. Y, por supuesto, la improvisación con que se organizan algunas de las propuestas.

Nos han faltado páginas en la sección Gastronómadas para recoger todo lo que ha sucedido en dicho mes; necesitaríamos el doble, más o menos.

Es saludable que se generen eventos gastronómicos, pues evidencia la fuerza y ganas del sector. Pero hay que analizar si disponemos de público para todos, pues, que se sepa, pocos de ellos son capaces de atraer turistas. Al decir de sus organizadores, todas las convocatorias son exitosas, pero apenas tenemos cifras de asistencia; el único baremo del que se dispone es comprobar que repitan ediciones, y para eso hay que esperar un año.

Resulta imprescindible coordinarse, tomarse un tiempo y esparcir a lo largo del calendario las diferentes propuestas. Así, esta revista decidió postergar para el próximo mes de febrero su Liga de la Tortilla, dando tiempo a que los estómagos se recuperen. Y eso que se trata de un evento que no interfiere con otros, dado su peculiar carácter.

Quizá el problema radique en que la gastronomía, entendida de forma transversal, como tal no depende específicamente de ningún departamento en ninguna institución.

La hostelería se suele asociar a Turismo, aunque también depende de Comercio. Pero los alimentos son responsabilidad de Agricultura, la inspección se reporta en Sanidad, que también tiene que ver con la mala alimentación. Y nadie duda que Educación tiene algo que ver en cómo comen las nuevas generaciones.

Ahora que se comienzan a redactar –suponemos– los programas electorales, a bastantes votantes les gustaría saber qué modelos nos ofrecen. Desde el agroalimentario y sus prioridades, hasta la promoción de nuestros establecimientos y eventos, la participación en certámenes. Y, por supuesto, cómo será esa escuela de hostelería que reclama el sector y las instituciones dicen apoyar; pues son muchas las
opciones y los intereses encontrados.

EVOLUCIONAR

Cerramos nuestro decimocuarto año con los lectores y seguimos en la calle, gracias a nuestros anunciantes, suscriptores, lectores y colaboradores.

No vamos a reblar. Cambiaremos cosas a partir del próximo número, para adaptarnos a lo que nos dicen las encuestas, pero sin perder nunca esa intención de formar, informar y entretener, sirviendo de cronistas, críticos, de lo que acaece en nuestra tierra y parte del exterior.