
Título: Revista Gastro Aragón 92. Negro diamante
Meses: febrero 2023/marzo 2023
Sabemos que los editoriales no cambian el mundo, no somos tan ingenuos, pero creíamos que algunas de estas reflexiones quizá no cayeran en saco roto.
A propósito de la trufa, escribíamos en diciembre de 2016, «pocos asociarían a nuestra comunidad con tan preciado producto». «Diferentes administraciones aragonesas han invertido muchos recursos para apoyar y fomentar las plantaciones truferas en las tres provincias aragonesas, como era su deber. Profundamente asociada al monte, al entorno rural, y muchas veces ubicada en zonas deprimidas, la trufa se está convirtiendo, lo es ya en comarcas como Gúdar Javalambre, en una opción de futuro».
«La primera fase, la producción, evoluciona satisfactoriamente, pero queda todavía mucho trabajo por delante. Desde una normativa que asegure la trazabilidad del producto, hasta el necesario control fiscal sobre su comercio». «Un comercio y un consumo que apenas tiene incidencia en nuestra comunidad.
Es cierto que distintos eventos como Trufa-Te, Fitruf, ferias, mercados, jornadas en restaurantes, etc. están contribuyendo a asentar el uso y disfrute de la trufa en Aragón. Pero la triste realidad es que la inmensa mayoría de la trufa aragonesa se escapa para los mercados exteriores, Francia e Italia, quedando su valor añadido en manos de los intermediarios, generalmente foráneos».
«Son, pues, dos las tareas pendientes de la administración, auspiciar otras formas de comercialización y distribución, más profesional, que cree economías de escala en la comunidad, así como fomentar y divulgar los usos culinarios de la trufa, para que deje de ser, como todavía lo es, la gran desconocida en las cocinas aragonesas, domésticas y públicas.»
Publicado está y, siete años después, casi dos legislaturas, la situación es similar. Quizá la Tuber melanosporum tenga más visibilidad, en temporada, en determinados establecimientos,
gracias a eventos como Descubre la trufa, pero poco se ha avanzado.
Y, mientras no se demuestre lo contrario, la coexistencia de dos iniciativas, a priori interesantes, como la creación de la marca Trufa d’Aragón y la puesta en marcha de la IGP Trufa negra de Teruel, no hará sino generar mayor confusión en los consumidores poco avezados.
Nos guste o no, desde Madrid o Barcelona, la trufa se ve antes soriana que aragonesa. Luego algo no estamos haciendo bien.
TRISTE ADIÓS
Cualquier pérdida es triste, pero cuando se nos va un erudito y prolífico colaborador, Francisco Abad Alegría, que apostó por nuestras publicaciones desde el principio, el dolor es mucho mayor.
Pensaremos mucho en él, especialmente cuando nos salgamos de los caminos trillados y la corrección que se impone desde determinados poderes. Su independencia, que le venía de ser ajeno a este mundillo, nos guiará siempre, aunque sigamos teniendo tantos problemas como él a la hora de publicar textos y trabajos.
No reblaremos y seguiremos, bimestre tras bimestre, en la medida de nuestras exiguas fuerzas, apoyando y analizando nuestra agroalimentación y gastronomía.